Autora: Laurie Halse- Anderson
Páginas: 237
Editorial: Roca Editorial
Precio: 16
Puntuación: 5/5
SINOPSIS
No debo comer. No debo comer. No debo comer. Esta es la frase que Lia se repite constantemente. En su vida solo hay sitio para contar las calorias, y para hacer ejercicio cuando la han obligado a ingerir una cantidad de alimentos que ella considera excesiva. Siempre. Pero ahora su amiga Cassie, con quien llego al terrible p

“Soy lo bastante fuerte para hacer esto el
La historia sobre Lia, una adolescente que vive obsesionada con la cantidad de calorías que toma, y que tras la muerte de su mejor amiga Cassie, con la que hizo una especie de apuesta de ser las más delgadas de todo el instituto, estará todavía más hundida, ya que Lia ve a Cassie y ella le dice que se vaya con ella, es decir que muerta también.
“Cuando era un chica de verdad, mi madre me alimentaba con sus sueños de cristal, una cucharada cada cierto tiempo.”

Y otra cosa de la autora que me ha gustado es que se haya informado muy bien de estas enfermedades, que haya hablado con profesionales de este tema, que ha hablado sobre estos temas sabiendo bien desde el lado científico, no que haya escrito según le parecía a ella.
Creo que este, es uno de esos libros, que hay que leer alguna vez en la vida, o si no este libro, algo así, sobre este tema, para poder saber un poco más sobre este tipo de enfermedades. Dicho esto, os recomiendo que os lo leáis, ya que a mi me ha gustado mucho, y, por las opiniones que leí antes de leermelo , a muchísima gente también. Un saludo.
<¿Por qué? ¿Quieres saber por qué?
Entra en una cabina bronceadora y fríete durante dos o tres días. Cuando las ampollas de tu piel hayan estallado y te hayas descamado, retuércete en sal gorda y después ponte ropa interior cosida con hilo de cristal y alambre de cuchillas. Vístete con tu ropa habitual, siempre y cuando te vaya estrecha.
Fuma pólvora y ve al instituto, para brincar entre aros, siéntate y suplica, cumple las órdenes. Escucha los murmullos que se cuelan en tu cabeza por la noche, llamándote fea y gorda y estúpida y puta y zorra y lo peor de todo, “una decepción”. Vomitas y te mueres de hambre y te cortas y bebes porque necesitas un anestésico y eso funciona. Durante un rato. Pero entonces el anestésico se convierte en veneno y para entonces ya es demasiado tarde porque ya estás colocada hasta el alma.
Te está pudriendo por dentro pero no puedes parar. Te miras en el espejo y sólo ves un fantasma. Oyes gritar a cada latido de tu corazón y todo-absolutamente-todo está mal.
“¿Por qué?”, no es la pregunta correcta. Pregúntate, “¿Por qué no?”>>